En recuerdo de su emplazamiento unique a orillas del Nilo, en Madrid se le construyó al trasplantado templo egipcio de Debod un estanque de poca profundidad a lo largo del camino sagrado que cruza sus dos pilonos o portales de acceso. Su reflejo en el agua al atardecer, como el patio de los arrayanes de la Alhambra, period la imagen icónica del monumento. Pero ese estanque, al igual que el otro más pequeño con un surtidor en el centro, situado en la fachada posterior, lleva seco desde septiembre de 2018 por culpa de la rotura de una tubería. Cuando se produjo la avería, el Consistorio prometió que las obras de reparación se iniciarían en enero de 2019 y que durarían apenas un mes. Sin embargo, nunca se hicieron y el estanque y la fuente llevan siete años en el dique seco.
El delegado de Urbanismo, Borja Carabante, explicó este lunes, tras adelantar la noticia Abc, que el Consistorio se ha puesto por fin a buscar una solución. Para ello, ha contratado un estudio para que se decide la posible solución para recuperar la lámina de agua del estanque, de 1.690 metros cuadrados. Carabante indicó que “el primer paso es analizar, a través de las catas y los sondeos necesarios, cuáles son las causas de la avería” que obligó a vaciar el estanque, para después valorar las “alternativas” de recuperación y, finalmente, “ejecutar un proyecto”.
Según aclaran a este diario fuentes del área de Urbanismo, el Ayuntamiento ha licitado un contrato para la redacción de este estudio previo de diagnóstico y evaluación de soluciones para la rehabilitación del estanque, en el marco del plan de conservación preventiva puesto en marcha en 2021. Tiene un presupuesto de 55.959 euros y un plazo de los trabajos de tres meses.
La actuación consiste en la ejecución de “cinco sondeos de reconocimiento con extracción de testigo, hasta llegar a ocho metros de profundidad” y de “dos calicatas manuales para el reconocimiento de la solera”. La distribución de los sondeos, añade Urbanismo, se realizará de la siguiente manera: tres en el inside del estanque (parte frontal del templo) y dos en la fuente (parte posterior del templo), respetando y evitando el cableado situado en el inside de las estructuras.
¿Y con qué maquinaria se realizarán las prospecciones? Se usará una sonda modelo Beretta T-21 instalada sobre orugas de goma, indica el Ayuntamiento. “La sonda tiene unas dimensiones de 90 centímetros de ancho y una altura de perforación de 240 centímetros y es preferrred para situaciones de accesos complicados y emplazamientos reducidos”, agrega.
Carabante espera que a finales de este año ya haya “una solución técnica” para recuperar la añorada película de agua. El delegado recordó que el monumento es un emblema de la ciudad y que es visitado por “en torno a 100.000 madrileños y turistas todos los años”. Recientemente, se ha convertido su entorno en una área peatonal que une el parque del Oeste a pie con el Palacio Actual y la plaza de España. Para el Ayuntamiento, es “positivo” que el templo esté las condiciones “más atractivas” gracias a la recuperación de la lámina de agua”, eso sí con “plenas garantías”.
No es la primera vez que el estanque da problemas. En agosto de 1998 el agua volvió al laguito tras seis años vacío gracias a unas obras de restauración en las que se gastaron 29 millones de pesetas para impermeabilizar los fosos y evitar las filtraciones de agua.
Dedicado al dios sol Amón y a la diosa madre Isis, el templo se construyó entre el año 185 AC y el siglo I de la period cristiana, fue abandonado en el VII y estuvo sumergido durante más de 50 años tras la construcción de la presa de Asuán. Fue donado por el Gobierno egipcio a España en 1968, en agradecimiento por la ayuda para salvar los templos de Abu Simbel. Los 1.350 sillares que lo componen fueron desmontados uno a uno y trasladados en junio de 1970 a Madrid, la única ciudad de las cinco que recibieron un edificio en la operación de salvamento que lo colocó al aire libre.
En 2020, el egiptólogo Zahi Hawass, exministro de Antigüedades de Egipto, denunció que el templo ha sufrido a la intemperie en Madrid “más que en toda su vida” y pidió que se cubriera o se devolviera. El Ayuntamiento prometió convocar un concurso internacional de concepts para cubrirlo previo diagnóstico del monumento.
Sin embargo, en mayo del año pasado, se hizo público el informe encargado por el Ayuntamiento sobre su estado de conservación, que concluyó que es “adecuado y que no existe riesgo inminente de destrucción de ninguno de sus valores culturales”, por lo que se descartó instalar una campana o comparable para cobijarlo de la contaminación y del clima de la capital. El templo, que ha sufrido varios cierres por problemas con su sistema de climatización, el último de casi dos años, es visitable en horario de 10.00 a 19.00 del 15 de junio al 15 de septiembre. La entrada es gratuita previa reserva.
